Hoy comenzamos con un nuevo proyecto dentro del Campus UGR/Google para chicas de la Universidad de Granada. Sin embargo, primero tenemos que ponernos de acuerdo para elegirlo dentro de toda la variedad que hay. ¡Y tardamos un rato!
Teniendo en cuenta que ya hemos trabajado con un Arduino anteriormente (antes de que nadie lo pregunte, un Arduino NO es un mono, es un elemento perteneciente a la parte de hardware dentro de la informática) tenemos cierta reticencia a volver a utilizarlo (si tenemos muchas opciones para elegir, ¿por qué escoger otra vez el mismo aparatito?). Sin embargo, nos damos cuenta de que es la opción más práctica para nosotras, pues existe una amplia oferta de proyectos para este elemento y ya estamos familiarizadas con su trato.
Una vez decidido que queremos trastear otra vez con el Arduino, tenemos que pensar en qué proyecto vamos a desarrollar. ¡Hay tantos...! Nos debatimos entre varias opciones: el piano electrónico, el Zooscope, la Bola Mágica, la alarma para visitantes ideseados o la lámpara táctil. ¿¡Qué hacemos!? Pues decidirnos por la opción más práctica donde los haya: la Bola Mágica. Hay que tener en cuenta que las cuatro somos adolescentes, tenemos muchas dudas que resolver a diario y siempre viene bien tener un confidente que de buenos consejos y que en ningún momento tenga la ocasión de cotillear sobre nuestros problemas con la primera señora que se encuentre en el autobús (yo creo que trabajan para la CIA por lo menos). Así las cosas, ¡nos ponemos manos a la obra!
Lo primero que hacemos es organizar los materiales que nos van a hacer falta para llevar a cabo el proyecto (y nos asustamos un poco al ver tanto cable, para qué engañarnos) y comenzar con la difusión en las redes sociales, repartiendo el trabajo previamente. En esta ocasión, Ana se encarga del circuitos, mientras que Belén y Marina programan al bicho en lenguaje Arduino (bye bye Scratch!). A la vez, Marina gestiona la página de Facebook y el blog (¡Hola hola!).A Patricia le reservamos la parte de la presentación, que parece que le gusta más.
Esta vez (la primera desde que empezamos en el curso) el circuito nos hace caso y funciona a la primera sin ningún problema, comenzando a dar consejos desde el primer momento.
Ya sólo nos queda la parte de bricolaje (se conoce que nos gustan las manualidades), pero es probable que mañana terminemos y tengamos uno de los proyectos a presentar ya finalizados.
¡Hasta mañana!
